En inglés la expresión “pull oneself up by one’s bootstraps” es usada al referirse a una situación en la que alguien debe valerse de sus propios medios para levantarse luego de una caída, recuperarse de una situación adversa o poner en marcha algún proyecto.
De esta expresión se deriva el concepto de bootstrapping que denota cualquier proceso que se inicia sin asistencia externa. Así, en informática bootstrapping o booting es la secuencia de arranque de un equipo a través de la que se activa un software básico que permite cargar el sistema operativo. En el ámbito de los negocios, bootstrapping se refiere al proceso de crear una empresa con capital propio y valiéndose principalmente de las ideas, conocimientos y capacidades de sus promotores.
Hay ocasiones en las que las personas, organizaciones y comunidades que atendemos no disponen de recursos abundantes para acometer iniciativas de sostenibilidad. Teniendo esto presente, nos basamos en la idea de bootstrapping para desarrollar un modelo que permite proceder eficazmente en estos casos.
Este modelo, al que llamamos eco-bootstrapping o ecobooting, consiste en identificar la forma de utilizar recursos disponibles para iniciar hábitos y prácticas de sostenibilidad, generando condiciones para que estos se desarrollen orgánicamente.
En la naturaleza es común encontrarse con semillas que germinan en espacios inesperados, dando lugar a plantas que incluso bajo condiciones adversas llegan a florecer y producir semillas de las que pueden surgir nuevas plantas.
Similarmente, la metodología ecobooting comienza con acciones simples, pero efectivas que propician cambios culturales y abren paso a la adopción de medidas más trascendentales. De esta manera es posible fomentar la sostenibilidad evitando procesos costosos, complicados o disruptivos.
